LA ORACIÓN DEL PADRE CHEVRIER

 ¡ Oh Verbo !  ¡ Oh Cristo !

¡ Qué bello y qué grande eres !

¡ Quién acertará a conocerte !

¡ Quién pudiera comprenderte !

Haz , oh Cristo, que yo Te conozca y Te ame.

Tù, que eres la Luz,

manda un rayo de esa divina luz sobre mi pobre alma,

para que yo pueda verte y comprenderte.

Dame una Fe en Ti tan grande,

que todas tus palabras sean luces

que me iluminen, me atraigan hacia Tí

y me hagan servirte

en todos los caminos de la justicia y de la verdad.

 

¡ Oh Cristo !  ¡ Oh Verbo !

Mi señor y mi unico Maestro

Habla, que quiero escucharte

y poner en práctica tu palabra.

Quiero escuchar tu divina palabra

que sé que viene del cielo.

Quiero escucharla, meditarla, practicarla,

porque en tu palabra está la vida,

la alegría, la paz y la felicidad.

Habla, Señor, Tu eres mi Señor y mi Maestro.

Quiero escucharte sólo a Tí.